Diferencias entre carne roja y carne blanca
El consumo de carne se produce de una forma muy variada, dependiendo de su procedencia y el tipo de valores nutricionales que portan. La carne se divide en dos amplios grupos: La carne blanca y la carne roja. De forma bastante genérica todos podríamos hacer la siguiente distinción: La carne de vacuno y de ovino: Roja; la carne de aves o del conejo: Blanca.
Pero, ¿qué quiere decir que una carne sea roja o blanca? ¿Cuál es más saludable? ¿Y nutritiva? En este artículo resolveremos todas tus dudas acerca de este tema.
Carne roja y carne blanca: ¿en qué se diferencian?
La carne roja
En términos estrictamente culinarios, la carne roja hace referencia a una carne que presenta un color rosado, o rojo, en estado crudo. Desde el punto de vista nutricional, el término carne roja se refiere a la carne que proviene de los mamíferos.
La carne blanca
Por otro lado, la carne blanca, en el ámbito culinario, se refiere a cualquier carne que en crudo presenta tonos pálidos o blanquecinos, mientras que la definición utilizada desde el punto de vista nutricional específica que se trata de la carne procedente de las aves.
Sin embargo existen algunas excepciones, como es el conejo y algunas partes magras del cerdo (como el lomo y los pies). Estas son consideradas carnes blancas a pesar de ser mamíferos porque sus composiciones nutricionales (grasas y nutrientes), son más parecidas a las carnes blancas.
Diferencias nutricionales
En cuanto a los nutrientes y a las características alimentarias la carne roja posee una mayor cantidad de hierro, esta característica es la que aporta un sabor más intenso que en las carnes blancas.
En cuanto a la carne blanca, varía según el corte y el tipo de carne del que estemos hablando. Por ejemplo, los cortes magros de la carne de cerdo presentan un bajo aporte calórico (104kcal por cada 100 gr de lomo de cerdo, en otras carnes el aporte calórico suele ser mayor).
Lo que sí es común para todas las carnes blancas es su aportación en proteínas de alto valor biológico y un moderado aporte graso. Además contienen zinc, fosforo o potasio como minerales más destacados.
Diferencia nutricional entre la carne roja y la blanca
La principal diferencia nutricional entre la carne roja y la carne blanca se encuentra precisamente en la cantidad de grasa que contienen, resultando ser mucho menor en las carnes blancas, motivo por el cual las rojas son más jugosas (contienen más grasa). Esto también hace referencia a las grasas saturadas, por lo que no es conveniente abusar de ellas, además de su alto contenido en ácido úrico.
Algo en lo que ambos tipos de carne coinciden, es en su alto contenido en vitaminas del grupo B, como la B1, B3, B6 y B12. Estas vitaminas tienen un papel vital al ser necesarias para muchísimas funciones del metabolismo, para la quema de grasas y para la síntesis de nuevas células, como glóbulos rojos, huesos etc., por este motivo son imprescindibles durante las épocas de crecimiento, en niños y en el embarazo.
Las carnes, en general, son deficitarias en ácido fólico (vitamina B9), que podemos encontrar en alimentos de origen vegetal, como las lentejas, alubias, garbanzos, espárragos brócoli etc.
Pero… ¿La carne roja es peligrosa?
La respuesta a esta pregunta es un tanto ambigua. Puede ser peligrosa en caso de que se abuse de ella.
Antes hemos hecho alusión a su alto contenido en ácido úrico, pues bien, la carne roja contiene más purinas que la carne blanca. Estas purinas (relacionadas directamente con el ácido úrico) pueden ser sustancias difíciles de eliminar en caso de personas con enfermedad gotosa (gota), hiperglucemia o hígado graso. Por lo que se recomienda moderar el consumo de carnes rojas en estos casos.
Además en rasgos generales, llevar una alimentación demasiado rica en carne, sal y otros “enemigos de los huesos” está relacionado con el aumento de la osteoporosis por una posible descalcificación de los huesos
Por lo general, tanto investigaciones en profundidad sobre el tema, así como los expertos nutricionistas recomiendan un mayor consumo de carne blanca (pollo, pavo…) que roja. Aunque ninguna de las dos tiene por qué tener consecuencias negativas siempre y cuando se modere su consumo y se acompañe de verduras y legumbres que completen una dieta sana y saludable.